ETFE es la sigla que denomina al copolímero de etileno-tetraflúoretileno, un material plástico emparentado con el Teflón, muy durable, adaptable y que puede ser transparente. El ETFE está siendo utilizado en muchas mega estructuras en la actualidad, como en la Villa Olímpica de Beijing, donde se construyen un enorme centro acuático cubierto, 'hecho de burbujas', aunque a cierta distancia se asemeje a un gigantesco colchón, y el nuevo Estadio Olímpico, 'tejido' con una estructura metálica a semejanza de un nido de tejedores cuyos intersticios serán cubiertos con almohadones de ETFE; o como la gigantesca 'carpa' de más de 100.000m2 que Foster+partners construye en Astana, la capital de Kazakhstan, para albergar el Centro Khan Shatyry.
Originalmente fue diseñado (alrededor de los años '70 cuando DuPont inventó un polímero de fluoro-carbono para ser utilizado como material aislante en la industria aeronáutica) para cubrir las necesidades de un material altamente resistente a la corrosión y de gran fortaleza bajo condiciones de variaciones térmicas muy amplias. DuPont no trató, inicialmente, de introducirlo en la industria de la construcción y fue el ingeniero mecánico alemán Stefan Lehnert quien, mientras investigaba sobre nuevas tecnologías para su uso en la navegación a vela, visualizó su potencialidad como material para la arquitectura, especialmente por su transparencia, auto limpieza y propiedades estructurales. En 1982, Stefan Lehnert, fundó Vector Foiltec en Bremen y su primera obra utilizando ETFE fue el pabellón de un zoológico en Arnheim, Holanda. Desde entonces, el ETFE se ha convertido en un material con popularidad creciente, no exento de la influencia de la moda, especialmente entre los arquitectos europeos y se lo ha visto utilizado en atrios de edificios de oficinas, en algunos edificios educacionales, clínicas, salas de exposiciones y zoológicos de Gran Bretaña y Alemania. El Proyecto Edén (año 2000) en Cornwall, Inglaterra de Grimshaw Architects, que consta de dos gigantescos invernaderos geodésicos cubiertos con ETFE, fue 'aclamado' como una maravilla de la ingeniería y generó una ola de interés por el producto en todo el mundo.
Una propiedad muy interesante para los arquitectos es que puede producirse como un film muy delgado y durable empacado en rollos por sus fabricantes: DuPont (Tefzel), Asahi Glass Company (Fluon) y Vector Foiltec (Texlon). Se puede utilizar en forma de hojas, como un vidrio, o inflado en paneles neumáticos (tal el caso de la mayoría de los proyectos más conocidos) como el Allianz Arena en Alemania o el Centro Acuático Nacional de Beijing (la estructura más grande del mundo realizada en film laminado de ETFE). Los paneles del Proyecto Edén, en Cornwall, también fueron realizados con este copolímero. Otras propiedades muy importantes son: su peso es de sólo el 1%, transmite más luz y su costo es entre 24% y 70% menor, comparado con el vidrio. Además es muy resistente, pudiendo soportar hasta 400 veces su propio peso con una vida útil estimada de unos cincuenta años; repele la suciedad; puede estirarse hasta tres veces su largo sin perder su elasticidad y es totalmente reciclable.
Una desventaja importante es que puede ser dañado por elementos punzantes aunque, si se rasgara, podría emparcharse en caliente con piezas del mismo material. Este método de soldadura permite trabajar con piezas más grandes que el vidrio: una 'tira' de ETFE puede medir hasta 55m de largo por 3,66m de ancho. Generalmente dos o tres capas del material son soldadas y embarcadas en forma plana, luego se inflan in situ formando los paneles neumáticos o 'almohadones'. Estos paneles requieren de una presión de aire semi continua para mantenerlos estables y agregarle propiedades térmicas, por lo que la mayoría de los sistemas incluyen pequeñas válvulas que se enchufan en los mismos y se conectan a líneas de suministro de aire conectadas a un sistema computerizado que monitorea la presión de aire en los paneles y puede agregarle o quitarle de manera individual y aún de entre cada una de sus capas, lo que también admite un mayor control del paso de luz que los paneles permiten. En algunas instalaciones esto se realiza automáticamente mediante sensores de luz. Como la gran mayoría de los proyectos no admiten tanta complejidad, es nuestra tarea evaluar proyecto a proyecto, la conveniencia de la utilización del ETFE, el que es directamente desaconsejado en obras de pequeña escala o domésticas.