Este cambio brusco de temperatura genera microfisuras, en la masa del hormigón, que afectan a su estructura interna. Por estos motivos resulta importante poder determinar, con la mayor precisión posible, el estado en que se encuentra una estructura que ha sido dañadas por esta situación.
Uno de los métodos que se pueden utilizar en el diagnóstico de estructuras de hormigón afectadas, en este caso por elevadas temperaturas, es la determinación de la Velocidad de Propagación de los Impulsos Ultrasónicos y el Índice de Rebote, determinado con un ensayo esclerométrico. Estas dos técnicas permiten evaluar la calidad del hormigón de una estructura, de una forma no destructiva, rápida y económica.